El auge de las redes sociales en la última década las ha convertido en una ventana para las marcas. Su gran atractivo reside en que son un espacio donde la comunicación deja de ser un monólogo unipersonal para ser una charla entre dos o más personas. Surge la posibilidad de crear una relación con el consumidor, conocer sus gustos, estilo de vida, elecciones.
En Latinoamérica Facebook lleva la delantera, es la red social con más adeptos en el continente, seguida por Twitter donde ministros, secretarios y presidentes postean sus opiniones de manera instantánea.
Las posibilidades se amplían si tenemos en cuenta el crecimiento del internet móvil. Los celulares con acceso a la red están cada día más cerca de la gente: la penetración de smartphones es de 20% en la actualidad, pero será de 60% en el 2018.
A la hora de ingresar a las redes sociales la estrategia es clave. Se debe partir siempre de los objetivos de la empresa para alinearlos con el canal de las redes sociales. Preguntarse qué contenidos puede ofrecer la empresa a los usuarios a través de las redes es una de las pautas para diseñar nuestro plan.
Antes de poner en marcha nuestra estrategia de comunicación digital, será necesario adquirir herramientas de medición tanto cualitativas como cuantitativas.
En este sentido, la viralidad es una palabra clave. En la medida en que mis fans multipliquen los mensajes de la marca habré alcanzado el objetivo de posicionarla en la web.
Sin embargo, no hay que olvidar nunca que la premisa de la web es el diálogo y la interacción. Las marcas tienen que conocer a sus usuarios y no imponerles un sentido unidireccional. Es una oportunidad única. No la desaproveches.
Sin embargo, no hay que olvidar nunca que la premisa de la web es el diálogo y la interacción. Las marcas tienen que conocer a sus usuarios y no imponerles un sentido unidireccional. Es una oportunidad única. No la desaproveches.
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